Dominique Weasley ID.

Dominique Weasley. Realmente bella ¿no es eso lo que corresponde, siendo hija de Fleur Delacour? Realmente, aunque no sea veela, es preciosa. Su piel es marfil blanco, tan frágil, tan pálida. Parece que podría romperse. Su cabello es una cascada rubia muy clara con mechones morenos ¿de dónde han salido estos? Muchos piensan que son mechas. Ni Dominique lo sabe. Ojos pequeños, astutos, de un color grisáceo que raya el azul tormentoso del cielo. Sus cejas, siempre alzadas en un gesto de superioridad, morenas. Alta, bastante alta y de rostro maduro. Con piernas bastante largas. Una buena figura perfecta para ella. Le gusta la ropa muggle y sabe combinarla bastante bien, aunque en realidad nadie lo sepa y niegue todo comentario o afirmación. Volviendo a Dominique, jamás ha intentando ponerse morena o cambiar el tono de su piel, siendo muy sensible al sol y temiendo estropearla. Porque Dom se cuida mucho en estos aspectos. Quiere estar perfecta en todos los sentidos, siendo así una especie de reina de la belleza. Sobre todo intenta transmitir que toda ella es natural.









Un témpano sería más cercano y daría más calor que Dominique. La arrogancia es un punto clave para ella, la tiene por montones, tirada sobre su pedestal de oro, una chica que sabe lo que vale y conoce como utilizarlo en tú contra. No tiene limite en cuanto a chantaje, o amenazas, pero siempre consigue lo que quiere; siempre. En cuyo caso contrario,que nunca ha ocurrido, simplemente irá a por ti y te tienes dos opciones: morir o rendirte. No teme enfrentarse a nadie por sus propios objetivos, ambición es una palabra que conoce como su propia mano. Tiene muchísimos objetivos y tiene claro que los cumplirá, tenga que pisotear a quien sea. Aunque eso tampoco le quita la inteligencia que suele usar para ella misma, ya que rara vez hace favores a los demás. Pues volviendo a la inteligencia, dota de muchísima, una gran capacidad estratega y no le faltan ganas para superarse a si misma.

Muy dura y orgullosa. No esperes que admita sus propios errores si no tienes un argumento irrevocable con el que echárselos en cara. Porque no tiene intención de aprender de su errores, ni comete fallos. Tiene decidido superar a su hermana le cueste lo que le cueste. Es por otra parte, temendamente fuerte. Jamás llorará en público, jamás dará signos de debilidad, tiene por regla ser fuerte y aguantar lo que le manden sin rechistar. Aunque obviamente, protestará con argumentos coherentes y se quejará por quejarse. Nunca lo hace y hoy no será la excepción. A pesar de su ya extensa lista de defectos, algo bueno tendrá te preguntas. Sería sencillo contestar no, pero al contrario que todo lo dicho, está chica sabe escuchar. Sería su única virtud. Sabe escuchar y muchas veces la gente solo quiere a alguien a quien contar la desgracia que es su vida. Solo escucha y opina, sean críticas o puntos buenos, el caso es cambiar. Cosa que no tiene planeado. ¡Ni en sueños!

Aunque lo parezca, no te creas que ella es totalmente de piedra, que no tiene sentimientos y es un monstruo. También tiene su punto si ese día se siente feliz. Es una chica de lengua ácida, si le apetece puede ser una cínica, sarcástica y sincera rayando en la crítica. Aunque también es muy payasa y tiene por costumbre hacer el tonto cuando no haya nadie que pueda juzgarla duramente. Le gusta y le alegra hacer el tonto, porque ella al menos no es demasiado estirada. Ni quiere serlo, para eso ya tiene a su madre y su hermana. Ella es la vena divertida de la familia. Pero también la sobreprotectora, no dejará que nadie se acerque a su hermano con otros fines distintos a hablar. Mucho menos que le hagan daño, no piense permitirlo. Tiene un genio de mil demonios. Es realmente terrorífica si la provocan.











Dominique Annabelle Weasley nació un precioso día de verano en el que el sol brillaba con fuerza y todo era perfecto. Era la tercera hija de los Weasley Delacour, lo que tenía extremadamente contentos a estos. Tenían ya tres hijos preciosos. ¿Quién no hubiera estado contento? Era la menor en toda la familia. Pero no por ello la colmaron de atención, lo que crispó de sobremanera a Dominique, que opinaba que al menos el menor de toda familia debía recibir al menos un lujo especial de parte de alguien. Aunque al final, obviamente consiguió superarlo y vivir feliz.

La joven siempre creció en una casa en la que la magia no era algo malo y siempre esperaba con ilusión en demostrar que ella era una más en su familia. Ocurrió cuando ella tendría unos seis años e intentaba alcanzar el bote de las galletas, obviamente no llegó pero consiguió darle al bote, que se rompió en pedazos. Se habría quedado allá parada, mirando el desastre, si el bote no se hubiera escondido mágicamente como ella quería. Se puso a dar botes de alegría y contarle a todo el mundo lo sucedido, lo que le costó un castigo por haber roto el bote. Pero poco le importaba ya el bote. ¡Era maga!

Dominique esperó con impaciencia que llegará su carta. La carta que seguro cambiaría su vida. Se pasaba todo el día pegada a la ventana cuando no siguiendo a su hermano y a su hermana, la cual parecía ignorarla y tener mejor cosas que hacer que estar con ella. Su hermana siempre había sido una mágica atracción para Dominique, que la tenía en un pedestal y hacía cuanto ella deseaba, solo quería que su hermana no la ignorara. Aunque por encima de todo, quería ser maga y utilizar la magia y poder ser diferente a los demás. Al fin llegó la carta. Era una tarde pacífica en la que Dominqiue se había dormido aguardando la lechuza junto a la ventana. Esta picoteó la ventana, golpeó el cristal e intentó hacerse oír, pero Dominique tiene el sueño demasiado profundo y no se enteró. Hasta que apareció su hermana, que abrió la ventana y dejó que la lechuza picoteará a Dominique hasta que esta se despertó sobresaltada. ¡Por fin había llegado su carta! Aunque se enfadó con su hermana por permitir que una lechuza la picoteara. Pero sobre todo estaba emocionada porque por fin había llegado.

Llegó el momento de las compras. Muy ilusionada fue con su hermano al callejón Diagon, pero lo que sin duda más quería Dominque era sostener su varita de una vez. Solo así podría convencerse de que era real. De que ella era una maga. ¡Pronto cumpliría su sueño! ¡Pronto, muy pronto! Se pasaron el resto del día comprando. Aunque nada le hizo tanta ilusión a la chica como poder comprarse una varita y pasearse entre magos. El resto de los día hasta el inicio del curso se hicieron realmente interminables. Pero el calendario pronto se iba acortando dejando paso así al inicio de Hogwarts. Dominique que nunca había tenido temor a nada, se subió en el tren junto a su hermano y comenzó a conocer gente. ¡Sin duda sería increíble!

Llegó al fin lo que esperaba: La ceremonia de selección. Confiaba acabar en Gryffindor junto a prácticamente toda su familia, aunque en su interior sabía que no pertenecía allí. Pero cuando se puso este en su cabeza no fue precisamente Gryffindor lo que eligió. Al parecer, la chica tenía razón, sí tenía valor, pero sobre todo ambición. "¡Slytherin!". Dominque estaba completamente radiante. Siempre se había imaginado allá, junto a su primo. Así, con una gran sonrisa en el rostro fue a reunirse con su primo Albus.

Aunque Dom no dejaba de lado el deber, oh por supuesto que no. Ella sigue estudiando y dándolo todo por poder aprobar. Cosa que hace, porque es realmente inteligente. Es más, saca tiempo para todo, pues el quidditch se ha convertido en una de sus principales aficiones y además, es bastante buena. Mucho más que su hermana o sus primos.








✖ El quidditch ;; hacer el payaso ;; leer ;; molestar a todo el mundo ;; dormir ;; divertirse ;; hacer reír ;; vetar a su hermano.
✖ Volar ;; jugar al quidditch ;; dormir ;; salir a correr ;; molestar a Vicky, todo lo que puede y más.


✖ Los días nublados ;; que le ordenen ;; que le saquen fallos ;; que le restrieguen las cosas ;; que la molesten.
✖ Odia los gusanos ;; teme quedarse sola.


✖ Cuando no hay nadie que la juzgue, hace el payaso.
✖ Es bastante divertida.
✖ No entiende porque la gente la teme.