Trabajo y mas trabajo (Mikhail)

Aquel día solo había salido del despacho para comer y volver. Estaba hasta arriba de trabajo, la verdad es que no solo era de trabajos y exámenes que había mandado a mis alumnos, si no también algunas misiones de los Yeux Rouges, la verdad es que desde la muerte de mis padres me había metido de lleno en ello, para encontrar a los asesinos de mi padre. Solo quería proteger a mi familia y a Maddeleine, ellos eran lo único que me importaban en mi vida, mi madre lo había pasado muy mal en el pasado y no quería que volviera a sufrir de nuevo, había perdido al único hombre que había amado en la vida y no iba a permitir que también nos perdiera a nosotros, sus tres hijos. La verdad es que el trabajo se me había acumulado tanto porque había estado unos días fuera con una misión, todos se pensaban que me había cogido unos días de descanso, pero todo mentira, solo había acudido a una misión de la que como siempre había salido ileso, siempre salía de las misiones ileso o con alguna pequeña herida sin importancia, pero desde que había vuelto no había visto a mis hermanos. Era el jefe de su casa, pero había estado tan ocupado con todo que ni siquiera les había podido prestar un momento de atención, por eso pensaba en ir a buscarles cuando tuviese un poco de respiro, los echaba de menos y me encantaba tenerlos allí conmigo.

Pero no sabía si me los encontraría aquel día, era un día de fiesta. Casi todos los alumnos (al menos los que podían) habían aprovechado para salir del castillo y yo había dicho a los alumnos que quien tuviera problemas con las clases podía irme a ver aquel día a cualquier hora ya que me pasaría el día en mi despacho. Sabía que no muchos se pasarían, la verdad es que esperaba tres visitas, alguno de mis hermanos o Maddeleine. Quería que alguno de los tres me fueran a visitar, pero sabía que quizás se habían ido a Hogsmeade. Para descansar un poco la vista, deje los papeles en la mesa y me tire hacia atrás en la silla, cerrando los ojos, recordaba como hacía años, cuando estudiaba en Durmstrang había sido uno de los mejores alumnos en Defensa contra las Artes Oscuras, me gustaban y se me daba bien. Ahora era yo el profesor, quería que mis hermanos y Maddeleine fuesen los mejores en aquella asignatura como yo lo había sido en el pasado. Me levante de la silla y me acerque hasta el pequeño bar que tenía en mi despacho, me serví un vaso de whisky con hielo. Me acerque al gran ventanal que tenía a mis espaldas, me encantaba aquella ventana porque tenía vistas a todos los jardines, era algo que me relajaba. Cassiopeia se despertó y siempre la tenía en mi despacho, se acerco a mí y me maulló, yo sonreí y la cogí en mi mano libre y la acaricie con el dedo mientras no la dejaba caer. Quería mucho a aquella gata, porque había sido un regalo de mis hermanos y mi madre, antes de empezar el curso. Pero entonces escuche la puerta del despacho

-¿Quién anda ahí?-

Dije mientras me giraba y miraba a quien había entrado, esperando ver a una de las tres personas a las que quería ver aquel día.